En el hospital Amistad Japón de Nicaragua, en Granada, expiró por causas naturales Jairo Antonio Carranza Hernández, de 43 años, un popular y muy querido vendedor de golosinas.
Desde niño Jairo vendía caramelos en su natal Granada y cuando creció se trasladó a Masaya, donde le decían con mucho cariño “Payina”.
Jairo Antonio, se ganó el respeto y admiración de quienes lo conocieron vendiendo con su canasto de caramelos en la ciudad de Las Flores, parques y mercados pregonando todos los sabores de sus golosinas.