Fue el vigilante Francisco Rafael Romero Canales, de 48 años, quien encontró la osamenta mientras realizaba un rondín por la zona, y acto seguido dio aviso a las autoridades.
El fallecido andaba puesto un pantalón negro, faja negra, estaba descalzo, y aun tenía una leve capa de piel seca.
Al lugar del hallazgo se hicieron presentes miembros de la estación 2 de policía y del Instituto de Medicina Legal, quienes realizan las investigaciones del caso.
