El nicaragüense Edwin Francisco Duarte, de 32 años, murió arrollado por el tren al quedarse dormido sobre los rieles al Oeste de Pacuarito de Siquirres, Costa Rica.
Fue un vigilante de la zona quien alertó a las autoridades del Instituto Costarricense de Ferrocarriles, de que la máquina número 85 había matado al infortunado.
En otro caso, el pinolero Marvin Reyes expiró en el Hospital México, de San José, adonde fue llevado grave luego que la moto en que viajaba fue colisionada de frente por un carro, en San Carlos, Costa Rica.
Junto a Reyes viajaba una mujer desconocida, la que resultó gravemente lesionada y fue llevada al centro médico de San Carlos.
Marvin Reyes laboraba como constructor y habitaba en La Union de La Palmera, e irónicamente el vehículo con el que colisionó era conducido por un sobrino.