Dictan cuatro años de prisión para busero que causó muerte de trabajadora judicial y a su hijito

Cuatro años de prisión e inhabilitación especial del derecho de conducir por el mismo tiempo, constituyen la parte medular de la sentencia condenatoria impuesta a Fernando Reyes Chévez, por el homicidio imprudente de Ingrid Patricia Gaitán Rosales y su hijo Joar Elías Baltodano Gaitán, de seis años.

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Gaitán Rosales, de 39 años, quien era secretaria de Tramitación del Tribunal de Familia, perdió la vida junto a su niño la noche del 29 de mayo, cuando Reyes Chévez la atropelló con la parte delantera del bus de transporte colectivo que conducía de forma temeraria.

El fallo judicial lo emitió el juez Séptimo Local Penal de Managua, Donaldo Alfaro García, quien accedió a que el sentenciado purgue su condena en el Sistema Penitenciario de Granada.

El juez Alfaro García declaró culpable a Reyes Chévez, señalando como elementos agravantes que “conducía de manera temeraria pasando el límite de velocidad permitido en la dirección de ocurrencia de los  hechos”, y que un menor de edad “protegido por el derecho internacional” también perdió la vida.

El 24 de junio, Fernando Reyes Chévez admitió su responsabilidad en el homicidio que les costó la vida a Ingrid Patricia Gaitán y su hijo.

La acusación de la Fiscalía estableció además, que Reyes Chévez conducía violentando las normas elementales del debido cuidado; circulaba sin atención al conducir en sentido este-oeste y sobre el carril izquierdo, con exceso de velocidad de entre 53 y 63 kilómetros por hora cuando lo permitido en el lugar es 45.

El pronunciamiento judicial no concedió el beneficio de suspensión de la pena de prisión a favor del acusado, tal como lo pidió su abogado Pablo Loáisiga Gutiérrez, “por cuanto la sentencia no está firme” y por tanto mantiene la prisión preventiva.

Por su parte, los trabajadores del Tribunal de Familia celebrarán este martes 5 de julio a las siete de la mañana, una misa en recordación de la joven madre que según los testigos, al ver que la máquina se abalanzaba sobre ellos puso su cuerpo como escudo en un intento desesperado por proteger a su hijo.

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