La sinvergüenzada del anciano de 80 años de edad, José Thomas Hernández, quedo al descubierto luego que mediante investigaciones policiales se comprobará que el viejito se subía a buses y microbuses, y hacia el mate que se caía por culpa de los choferes, para sacarles dinero bajo amenazas de denunciarlos.
La última “casi” víctima del bandido viejito es el chofer de un microbús que cubre la ruta Masatepe-Masaya, Buenaventura Baltodano, de 25 años de edad, a quien don Chepito le estaba exigiendo dinero por haberse caído de la unidad cuando supuestamente el conductor arrancó imprevistamente.
Para mala suerte del viejito “chinvelguenchon” minutos antes había sido visto bebiendo cerveza en un bar cercano a la parada Santa Juana, en Masatepe, en donde le estaba contando a un sujeto como le sacaba fácil dinero a los choferes.
Si bien es cierto la policía no detuvo al viejito estafador, le advirtieron que dejara esas mañas y mejor se quede en su acsa cuidando a sus nietos…Y colorín colorado, este cuento de Calulo se ha acabado.