Temblando de los nervios y atada de pies y manos dejaron antisociales a doña Magdalena Asencio, de 33 años de edad, tras irrumpir en su casa en el municipio de Condega, departamento de Estelí.
Según doña Magdalena, los desconocidos entraron a la casa preguntando por su esposo Máximo, pero como no estaba la agarraron y amarraron con alambre, y antes de marcharse dejaron una nota en la que advierten a su marido que regresaran para pasarle la cuenta.
Los vecinos de la zona auxiliaron a doña Magdalena, tras escucharla pidiendo ayuda, y de inmediato alertaron a la policía, misma que se encargará de investigar la identidad de los delincuentes y el por qué andan tras las huesos de Máximo.