Los cuerpos de los cuatro nicaragüenses asesinados la semana pasada en una zona cafetalera de Costa Rica, fueron repatriados este jueves y trasladados a Presillas, El Rama, donde seran sepultados por familiares y amigos.
Los cuerpos fueron retirados en la mañana por sus familiares de la Morgue Judicial, ubicada en San Joaquín de Flores, Heredia, informó Paula Huete, sobrina de Ramón Suárez Espinoza, uno de los masacrados.
Los cadáveres de Suárez Espinosa, su compañera María Haydée Miranda Salmerón; y el de sus hijos Elena María y Abraham Moisés, de 9 y 11 años; ingresaron a Nicaragua por el puesto fronterizo de Tablillas.
Los gastos de repatriación de los cuerpos los asumió Nicaragua por medio de su embajada en Costa Rica, sede diplomática que facilitó los ataúdes, el transporte y otorgó documentos de viajes a parte de los familiares.
Mientras tanto, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y el Ministerio Público de Costa Rica, informaron que ya tienen identificado a un sospechoso de haber participado en el asesinato de al menos un miembro de la familia nicaragüense.
El fiscal general de Costa Rica, Jorge Chavarría, dijo que la autopsia y análisis a cabellos, huellas dactilares y sangre, ayudaron a identificar el perfil de un sospechoso que se mantiene en fuga y que habría asesinado a Elena María Suárez Miranda, de 9 años.