Chinandeganos presumen que árbitro de fútbol le dio somníferos a sus hijas para luego asesinar a su esposa y suicidarse

La Policía Nacional profundiza las investigaciones para esclarecer el femicidio seguido de suicidio registrado el martes en Tonalá, Puerto Morazán, Chinandega, sin embargo, con el paso de las horas los vecinos de los fallecidos manejan varias hipótesis sobre el hecho.

Los lugareños acompañaron esta mañana el cortejo fúnebre de la pareja que fue sepultada en el cementerio de Tonalá, minutos después de una oración que se realizó en la iglesia Alfa y Omega por el eterno descanso de los maestros y esposos Antonia Nohemí Velásquez Dolmus, de 32 años, y Wilber Noel Mairena, de 36.

En el camposanto Antonia Velásquez Dolmus fue sepultada a la par de la tumba de su progenitora Antonia Velásquez quien falleció por causas naturales 4 meses atrás.

Por su parte, el maestro de educación física y árbitro de futbol Wilber Mairena fue enterrado en otra tumba lejos de la mujer a la que un día le juró amarla hasta que la muerte los separara.

Pobladores de Tonalá presumen que la noche del lunes Wilber Mairena les suministró una fuerte cantidad de somníferos a sus hijas de 12 y 7 años para que se durmieran profundamente y poder cometer el crimen sin ser descubierto.

“Las niñas estaban bien somnolientas, incluso a una de ellas se le suministró bastante leche para evitarle alguna intoxicación medicamentosa”, dijo uno de los Cazadores de Noticias de la zona.

Según las hipótesis de los lugareños, fue en horas de la madrugada que Wilber aprovechó que Antonia estaba bien dormida para clavarle la estocada en el cuello, causándole una muerte instantánea.

Acto seguido el sujeto se suicidó por la vía de la asfixia mecánica y a eso de las 8 de la mañana del día siguiente, ambos cuerpos fueron encontrados por un sobrino de Antonia Velásquez que llegó a buscarla para que le regalara naranjas agrias.

Versiones extraoficiales indican que en la casa que es propiedad de una hermana de Antonia Velásquez se encontró una carta supuestamente escrita por Wilber Mairena, en la que le pide a su hermana mayor que siempre esté pendiente de sus dos pequeñas.

La pareja tenía unos 13 años de casados y según se conoció, será la familia materna la que quedará con la tutela de las hermanitas Mairena Velásquez que en un abrir y cerrar de ojos perdieron a sus padres que se veían muy enamorados en fotografías publicadas en la red social de Facebook.

En los habitantes de Tonalá quedó muy marcado el momento en el que doña Cristian Mairena se acercó al cuerpo de su hijo y con voz de desesperación le dijo: “Que bárbaro Wilber ¿Cómo fuiste capaz de hacer eso?”

Conocidos del árbitro de futbol dijeron que la noche anterior al crimen, Wilber pitó en varios partidos y antes de irse a la casa pasó por donde su suegro Ramón Velásquez para que orara por él, sin imaginarse el reconocido pastor evangélico que al día siguiente vería a su hija y a su yerno dentro de un ataúd.

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