De forma inmediata murió el señor Henry Adrián Dávila, de 70 años de edad, al morder un cable energizado en circunstancias desconocidas en un cuarto de su casa ubicada del Club Edén media cuadra al Este en el barrio Guadalupe, de la ciudad de Chinandega.
El cuerpo sin vida de don Henry fue encontrado a las 8:30 de la mañana de este martes a orillas de la puerta de su cuarto con el cable energizado del abanico prensado con los dientes.
El hallazgo fue realizado por la asistente del hogar, Leonarda Lucila Toruño Ruiz, de 30 años de edad, quien se encargaba del cuido de la señora Amanda Salinas, de 96 años, y de su hijo Henry Adrián Dávila.
La trabajadora dijo que cuando se dirigió al cuarto de don Henry se percató que tenía la puerta enllavada por lo cual le estuvo golpeando y hablando para que se levantara a desayunar y al no responder buscó ayuda.
Luego el otro trabajador de la casa, José Alberto Tercero Hernández, 27 años, se metió al cuarto a través del cielo raso, encontrando fallecido a don Henry, acostado en el piso.
Al ver que tenía el cable eléctrico en la boca, el empleado bajó los breaker y observó que el infortunado presentaba quemaduras en su lengua.
Al sitio del suceso se presentaron agentes de la Policía Nacional para investigar el caso, en tanto el médico forense Juan Carlos Carrasco, examinó el cadáver determinando que don Henry murió electrocutado de manera accidental.
El cadáver fue entregado a María Elena Rivas, tía del occiso, para proceder a organizar sus honras fúnebres.