Edgard José Peralta Rivas, de 20 años, murió tras asestarse un disparo en la cara accidentalmente cuando manipulaba una arma hechiza calibre 38 en el patio de su casa ubicada en la comunidad de Sakuas Abajo, en Tasba Pri número 2, en Puerto Cabezas, Caribe Norte.
Tras la detonación del arma artesanal, el señor Augusto Peralta salió al patio de su vivienda a ver lo que había pasado y encontró a su hijo Edgard con uno de sus ojos destrozado por el balazo y sin los signos vitales, pues la muerte fue instantánea.