La tarde de éste primero de enero falleció Logan Estifen Robleto Rentería, de 5 años de edad, cuando era trasladado a un hospital después de que fuertes vientos derribaran un enorme centenario árbol de Guanacaste que estaba ubicado en la rivera de la presa Ríos de Agua Viva, en QuezalGuaque, departamento de León.
Karla Rentería, madre del menor, también sufrió lesiones graves en su humanidad además de otras seis personas más que resultadon con picaduras de abejas africanizadas cuyas colmenas estaban en el interior del árbol seco, y se alborotaron al caer el frondoso.
El niño que pereció, su mamá y las demás personas se encontraban a escasos cinco metros de donde cayó el árbol mientras disfrutaban de las cálidas aguas de la presa Ríos de Agua Viva, en Quezalhuaque.
Las autoridades de la Policía Nacional, de la Alcaldía, miembros de las unidades de bomberos, Cruz Roja y la población auxiliaron a los lesionados, los que fueron llevados en varias ambulancias al centro de salud más cercano.
