Por la vía del ahorcamiento decidió acabar con su vida, el tomador consuetudinario Francisco Ramos Guadamuz, de 30 años, por motivos que se llevó al más allá, en la comarca la Laguna número 2, del municipio de Granada.
Francisco Ramos, quien sólo se mantenía borracho, fue encontrado ahorcado en un árbol de mango, por su madre Auxiliadora Guadamuz, quien de inmediato dio parte a las autoridades.
Doña Auxiliadora relató que Francisco no tenía mujer ni hijos, y aunque tapineaba todos los días, nunca le había manifestado que quería dejar de vivir.