“Quiébrenme el anillo, no importa, ya no quiero que me apriete el dedo” gritaba desesperado Mario José Mayorga Castillo, de 36 años de edad, a quien un anillo de oro le apretaba fuertemente el dedo anular de la mano derecha.
Mario Mayorga, habitante de la mina El Limón, en Malpaisillo, León, relató que desde su juventud usaba el anillo pero con el paso de los años engordó hasta el punto que la argolla de oro le apretó demasiado el dedo.
El agudo dolor obligó a Mario Mayorga a trasladarse a la estación del Benemérito Cuerpo de Bomberos de la Mina el Limón donde le quebraron el anillo con una sierra especial y luego lo trasladaron al centro de salud de la localidad para que recibiera atención médica.