Todo transcurría como una mañana normal, los pajaritos cantando, los gatos y perros en su afán de siempre, la gente con sus obligaciones y compromisos, pero como a eso de las ocho de la mañana en una de las transitadas calles de Bolonia, un vehículo comenzó a recorrer una cuadra y lo más extraño es que no llevaba conductor, iba solitario.
Para el asombro de algunos peatones, conductores y pobladores, el carro Hiunday, color rojo, placa de Granada 11296, con vidrios polarizados y rines de lujo, atravesó más de 60 metros de la cuesta ubicada de la oficina de Los Pipitos, diez metros al norte, en Bolonia.
Don Alejandro García, quien pintaba la pared exterior de una de las hermosas y lujosa casa, dice que ven extraño el hecho porque nadie da razón sobre el dueño del carro. Uno de los vigilantes dice, que un joven muy elegante pidió agua en una de las casas y luego desapareció justo cuando el «auto fantasma» comenzó a correr sin conductor.
Han pasado dos horas y aún no aparece el dueño o la dueña, y será la Policía Nacional que investigue a fondo lo sucedido de lo contrario será un misterio sin resolver.
