“Después de un período sin acciones guerrilleras, el 27 de diciembre de 1974, fecha en que realiza el asalto a la casa de Chema Castillo, demostró la vulnerabilidad de la dictadura somocista, al ser doblegada por un grupo de jóvenes audaces”, resaltó Jacinto.
Recuerda, que Somoza quiso matar a la gente que estaba dentro de la casa de Chema Castillo, y eso lo dijo con toda claridad el Cardenal Miguel Obando, que a él lo llamaron para explicarle lo que iban hacer para que lo avalara, pero el Cardenal se separó de una acción de ese tipo.
Jacinto Suárez, señala que lo que frenó el ímpetu de Somoza, fue su hermana, porque tenía a su marido dentro de la casa, Guillermo Sevilla Sacasa. Y como resultado se comenzó a crear una nueva situación política en el país y dentro del somocismo en general.
“Si uno saca la distancia entre diciembre de 1974 hasta1978 en que estalla la insurrección, son cuatro años, y en la historia es un plazo sumamente breve, pero fueron muy intensos para que se pasara a la etapa final de la insurrección”, precisa el revolucionario nicaragüense.
Con el Asalto a la casa de José María Castillo, se libera a un grupo de cuadros del Frente Sandinista, entre ellos, al presidente comandante Daniel Ortega Saavedra, Lenin Cerna José Benito Escobar, Carlos Arguello y Jacinto Suárez, entre otros.
El comando “Juan José Quezada” que se encargó del asalto estaba formado por Olga Avilés, Leticia Herrera, Eleonora Rocha, Eduardo Contreras, Hilario Sánchez, Germán Pomares, Roger Deshon y el actual vicepresidente general Moisés Omar Halleslevens.