Con el pecho perforado por perdigones murió anoche, Darwin Manuel Irías Rodríguez, de 22 años, al recibir un disparo con una escopeta calibre 12 que se le escapó a un amigo en la finca “Siempre Viva”, de Pantasma, en Jinotega.
Informes procedentes de la zona indicaron que el lamentable hecho ocurrió en uno de los dormitorios de la finca cuando Darwin Manuel, le dijo jugando a su amigo que no tenía valor de jalar el gatillo de la escopeta, la cual estaba bala en boca.
El amigo de tanto ser retado, tomó el arma y disparó, impactándole en el pecho a Darwin, quien murió de inmediato.