Una lluvia de puñetazos, patadas y más recibió Juan Carlos López Cuaresma, de 43 años, tras ser sorprendido cuando se masturbaba a vista y paciencia de niñas y jovencitas que habitan en la comarca Esquípalas, ubicada a la altura del kilómetro 12.3 de la carretera a Masaya.
“Esta no es la primera vez que éste degenerado se saca el moco de chompipe y empieza a guiñárselo como acordeón cuando ve a las muchachitas”, dijo muy enojada una de las pobladoras de la zona.
El tal Juan Carlos, supuestamente se gana la vida como soldador y habita en Esquipulas, exactamente de la Iglesia Católica 500 varas al norte.
Los pobladores entregaron a Juan Carlos, bien penquiado y amarrado como chancho a las autoridades policiales de la Estación Cinco.