En el hospital Lenin Fonseca, falleció esta madrugada un ciudadano de apellido Pérez Reyes, de 38 años, quien se tomó dos pastillas de fosfuro de aluminio diluidas en un vaso con agua.
Familiares indicaron que minutos antes de empinarse el vaso con el potente insecticida, Pérez Reyes se tomó una media de guaro.
Agregaron que el capitalino estaba deprimido porque recientemente la mujer que vivía con él, le puso fin a su relación y lo abandonó.
La familia firmó acta de desistimiento para que el cuerpo no fuera llevado al Instituto de Medicina Legal, estando claro que fue un acto voluntario de Pérez Reyes, de acabar con su existencia.