Veintinueve personas murieron y otras 130 resultaron heridas tras ser atacadas por un grupo de hombres armados con cuchillos en la estación de trenes de Kunming, situada en el suroeste de China.
Cuatro sospechosos fueron ultimados a balazos por la policía, uno fue arrestado y otro huyó de la escena.
Las autoridades chinas catalogaron el ataque como un ataque terrorista violento y premeditado. Se presume que en el ataque están involucrados militantes de la región oriental de Xingjiang.