Existen personas cuya piel es tan sensible que no pueden usar los típicos desodorantes industriales o simplemente ningún producto le mata el «ala».
Sin embargo la naturaleza siempre nos da la respuesta y podemos usar cualquiera de estos productos para sustituir los desodorantes.
Aceite de coco:
El aceite de coco tiene miles de usos y si aplicas una capa delgada de aceite y lo dejas que se absorba bien, estarás protegido todo el día.
Savia de sábila o aloe vera:
Es un desodorante natural muy eficaz y sirve para aliviar las quemaduras, heridas menores y hay pacientes de cáncer de piel que han sido tratados con ella, por su capacidad de regenerar tejido.
Agua carbonatada:
En una botella, mezcla una medida de bicarbonato de sodio con 2 tazas de agua y agita muy bien antes de aplicar. Es un remedio casi mágico que se seca al instante aunque mancha la ropa oscura.
Aceite de árbol de té:
Es fungicida, antiséptico y antibiótico, por lo que eliminará las bacterias responsables del mal olor. Ayuda a tratar irritación e infecciones en la piel. Lo consigues en tiendas naturistas.
Jugo de limón:
Coloca 10 gotas de jugo de limón en cada axila después de bañarte, deja que se seque. Pero deben mantenerse alejados del sol, porque puede manchar.
Lavanda y vinagre de manzana:
Coloca una taza de lavanda en un frasco de vidrio con tapa y cúbrela con el vinagre de Manzana. Tapa bien la mezcla y déjala macerar durante 10 días en un ambiente cálido. Después de transcurridos los 10 días, fíltralo y envásalo en una botella de vidrio. Luego de esa botella, saca una parte de mezcla y únelo con dos partes de agua. Bátelo bien antes de usarlo y asegúrate de que tus axilas estén limpias y secas antes de aplicártelo.