Un estudio divulgado por la publicación estadounidense Journal of the American College of Cardiology determinó que el sexo raramente provoca infartos y la mayoría de las personas que sufren un ataque al corazón puede retomar su actividad sexual.
La investigación científica reveló que la actividad física que implica la actividad sexual es comparable con subir dos escaleras de varios escalones o dar un paseo a buen ritmo.
«Según nuestros datos, parece muy improbable que la actividad sexual sea relevante a la hora de desencadenar un ataque cardíaco», consideró en un comunicado Dietrich Rothenbacher, el investigador principal de este estudio y profesor del Instituto de Epidemiología y Biometría Médica de la Universidad de Ulm, en Alemania.
«Menos de la mitad de los hombres y menos de un tercio de las mujeres reciben información de sus doctores sobre actividad sexual después de un ataque al corazón. Es importante asegurar a los pacientes que no tienen que preocuparse y que pueden retomar su actividad sexual con normalidad», añadió.