Una nicaragüense de apellidos Rodríguez Méndez, de unos 35 años de edad, fue detenida por las autoridades tras la muerte de su niño de 3 años, en un hospital luego de ser supuestamente torturado brutalmente en una vivienda en Sabanilla, Alajuela, Costa Rica.
La captura de la “pinolera” se realizó luego de que el niño fue llevado el sábado en una ambulancia de la Cruz Roja al hospital San Rafael de Alajuela, con varias costillas fracturadas, un brazo y tres dientes quebrados, moretones y aparentes lesiones en el ano.
Vecinos del sector donde residía la mujer con su cónyuge nicaragüense, dijeron que casi no conocían a esa familia, ya que tenían dos meses de haber llegado a trabajar en la cosecha de café y que la casa donde vivían le pertenece al dueño de la finca donde laboraban, un hombre de apellido Chacón.
La pinolera fue puesta a la orden del Ministerio Público, en tanto su cónyuge y padrastro de la criatura, quien también es nicaragüense, es buscado hasta debajo de las piedras, para que dé su versión acerca de cómo sufrió las severas lesiones el niño que acabaron arrebatándole la vida.