Tras concluir el acto de clausura del XVI Congreso de la Unión Nacional de Estudiantes Universitarios (UNEN) la compañera Rosario Murillo, vicepresidenta de Nicaragua, hizo referencia al discurso brindado por el comandante Daniel Ortega destacando cuantas luchas, esfuerzos y empeños de victorias se ha vivido.
«Aquí en nuestro país donde hay un revolucionario, una revolucionaria, jamás se renuncia a la lucha ni a la esperanza. Siempre encontramos en cada uno de nosotros la fuerza, la fortaleza de espíritu para ir adelante y asumir todos los retos, todos los desafíos. Somos fuertes, somos un pueblo que es una potencia de dignidad, de fortaleza. Somos un pueblo grande, somos un pueblo que ha luchado para vencer toda su vida”, afirmó la vicepresidenta.
La compañera Rosario Murillo expresó que al ver los rostros, las miradas y el espíritu de los jóvenes estamos seguros de que Nicaragua siempre será libre, porque la dignidad del país está en el corazón de cada uno de nosotros y en Nicaragua siempre vamos adelante.
Destacó que es importante escuchar la historia viva porque eso permite damos cuenta del privilegio que se tiene de contar con semejante legado patrimonial de lucha victoriosa. “Es tan importante sentir esa conexión de hoy, de ayer, de mañana, porque el espíritu es el mismo, la fortaleza es la misma, la dignidad es la misma. Este es un pueblo que lucha para vencer”, expresó.
Y de esta manera fue posible vencer el intento fallido de destrucción, los crímenes de odio y los intentos de humillar y aplastar el alma de los nicaragüenses y de los sandinistas.
“Vencimos. Somos libres. Jamás volveremos a ser esclavos. Es muy importante que lo tengan muy en cuenta aquellos que todavía creen que pueden convertir a este pueblo en un pueblo de esclavos. Somos libres y jamás volveremos a ser esclavos. Eso es muy importante que lo sepan”, apuntó la vicepresidenta de Nicaragua.
La cultura de paz ha vencido
“Y yo me pregunto, cuando escucho toda la narrativa: ¿Si entre esos y esas que han promovido los crímenes de odio, la destrucción, que han promovido el arrebatarle la paz, la tranquilidad y el derecho al desarrollo a las familias nicaragüenses, no hay un sentimiento de vergüenza? Porque eso es lo que deben sentir. Vergüenza, de haber funcionados como demonios y como espíritu del mal, de la destrucción, promoviendo cizaña, odio entre familias nicaragüenses”, agregó.
De igual manera, señaló que el espíritu nicaragüense es más grande que cualquiera de los destructores y la paz ha prevalecido junto con el amor, y la voluntad de entendernos, encontrarnos e ir adelante con una cultura de paz que se trabaja todos los días, ha vencido.
Indicó que este es un pueblo grande que sabe luchar históricamente y cuando se tocan los patrimonios heroicos, uno se hace esa pregunta, si no hay un sentimiento de vergüenza en aquellos que se fueron y que destruyeron este país afectando a los más pobres ¿No habrá un sentimiento de vergüenza?.
“Yo creo, que, si son seres humanos tendría que haber vergüenza, a veces hasta llegamos a creer que no hay humanidad en quienes se propusieron destruir un país que a nadie hacía daño y destruirlo por ambición, por egoísmo, por afán de poder”, recalcó.
El mal no puede con el bien
La Compañera Rosario Murillo, señaló que es hora de que estemos claros y más en estas semanas y días de diciembre, “que ese espíritu de los nicaragüenses ha renacido y renace todos los días. Que el amor es más fuerte que el odio y que el mal no puede contra el bien”.
Recordó que en estos días que se encamina hacia la conmemoración de los 40 años de Gaspar, de su entrega a Nicaragua. “Aquí estamos floreciendo, somos la hierba que renace, que nace, que crece, las flores de nuestra Nicaragua, la floración es inmensa, es infinita y nada ni nadie podrá detenerla. Eso tienen que saberlo”, indicó.
“Todo el que atenta o intenta detener esta inmensa floración que hay en nuestra patria deben saber que es imposible detenerla, porque aquí estamos llenos de amor, de fe, de esperanza, de confianza y, sobre todo, tenemos el compromiso de todos los días, de luchar para salir adelante, para recuperar lo que nos arrebataron en términos económicos, pero como este es un pueblo luchador, trabajador, un pueblo valiente, un pueblo victorioso, sabemos que lo vamos lograr”, puntualizó.
Se cultivan los triunfos venideros
Manifestó que en estos días que se celebran las purísimas se agradece a Dios por la alegría de este pueblo. Asimismo, todos los días del mes y del próximo año se estará en la conmemoración del 40 aniversario del triunfo, cultivando con paciencia los triunfos venideros, porque aquí estamos convencidos que Dios bendice a nuestra Nicaragua.
“Aquí no se, no voy a decir rinde, porque está claro que no nos rendimos, aquí siempre hay espíritu de lucha y de victoria. Somos hijos de Darío y de Sandino. Y aquí está ese sol que nos ilumina, que no declina y que alumbra las nuevas victorias”, aseguró.
“Con Darío, con Sandino, con todo ese patrimonio heroico de nuestros héroes y mártires y con toda la historia revolucionaria y evolucionaria profundamente espiritual del pueblo nicaragüense, vamos adelante, llenos de la fortaleza que vemos en nuestro pueblo. Somos un pueblo que lucha, que celebra y que da gracias a Dios y un pueblo, al que le están reservadas muchísimas recompensas, bienaventuranzas, victorias”, aseguró la compañera Rosario Murillo.