Un verdadero golpe al patrimonio cultural e histórico de Nicaragua y de la humanidad dejó la fuerte lluvia de este martes, cuando se desplomaron unos 12 metros de muro sobre la Fosa número Uno de las Huellas de Acahualinca.
La fosa se encuentra completamente cubierta de lodo, arena, piedrín y concreto, por lo que las autoridades desconocen el verdadero daño causado a las pisadas, que constituyen un vestigio único de los primeros pobladores de Las Américas.
Clemente Guido, director de Patrimonio Histórico de la Alcaldía de Managua, explicó que la causante de la tragedia fue una corriente subterránea de agua que fue socavando la base del muro hasta hacerlo colapsar.
El funcionario aseguró que actualmente no se puede hacer ninguna labor para remover el sedimento, ya que este trabajo debe ser realizado por arqueólogos expertos.
Manifestó que antes de ello, hay que hacer un rediseño total del museo, que implicaría demoler el resto del muro, quitar el techo y construir una nueva área de exposición que proteja debidamente las huellas. Mientras dure todo eso, estas deberán permanecer soterradas.
Sin embargo, Guido indicó que previo a todo este trabajo se deberán hacer unos pozos de sondeo para verificar el impacto provocado por la caída del muro.
Recordó que en marzo se terminó el mapa arqueológico del lugar, el cual será fundamental para evaluar los daños que pudieran tener cada una de las pisadas.
Cabe señalar que la Fosa 2 del museo no resultó dañada, sin embargo, las autoridades capitalinas decidieron cerrar el acceso al público.