Hasta el año pasado los niños y adolescentes de la comunidad Los Velázquez, municipio de San Rafael del Sur, no podían estudiar más allá de la educación primaria, ya que la escuela de secundaria más cercana distaba unos 6 kilómetros.
Sin embargo, el panorama ha cambiado, ya que precisamente en el 2014 el Gobierno Sandinista dispuso el programa de Secundaria Rural a Distancia el cual está permitiendo la continuidad educativa a decenas de muchachos y muchachas que al no poder seguir estudiando tenían que conformarse con el sexto grado de primaria.
El año pasado, en la pequeña escuela de la comunidad, 25 estudiantes iniciaron sus estudios de primer año, y ha sido tanto el interés mostrado hacia esta modalidad que el total de la matrícula se ha incorporado en este 2015 al segundo año de secundaria.
La profesora Claudia Elena Hernández, señaló los padres de familia son pequeños agricultores para quienes enviar a sus hijos a estudiar a la ciudad representa gastos inmensos, de tal manera que al abrirse este programa lo que se está haciendo es rescatar a decenas de muchachos de lo que había sido una constante en la zona rural: el abandono de la escuela.
“Los resultados son muy buenos. El año pasado iniciamos con una matrícula de 25 estudiantes, y hoy estos 25 alumnos están en octavo grado (segundo año de secundaria)”, manifestó.
Tan exitosa es la modalidad y tan buena acogida está teniendo que en la escuela 30 estudiantes están cursando el primer año.
Entregan libros para enseñanza del inglés
Un factor muy importante que este año será de mucha ayuda tanto al docente como al estudiante, es que el Gobierno les ha entregado los libros de texto de inglés, ciencias sociales, ciencias naturales y lengua y literatura.
“Yo me siento alegre y contento. Le damos gracias al Presidente porque nos ha beneficiado con estos libros que serán de mucha ayuda”, dijo Bryan Rafael Molina.
“Estas escuelas de campo son importante, porque se me hubiera hecho difícil seguir estudiando”, agregó este adolescente, quien vive a 4 kilómetros de esta escuela base.
Cabe destacar que este pequeño centro no cuenta con biblioteca ni con laboratorio de computación, de tal manera que los textos se vienen a convertir en las principales herramientas de formación.
“Yo me siento contento, agradecido con el Presidente. Ahora voy a aprender a ser alguien en la vida y por eso voy a seguir haciendo ganas al estudio”, dijo Eduardo Antonio Aguirre.
En este centro, gran parte de los estudiantes son muchachas con grandes sueños. Una de estas es Ami Marcela Hernández quien aseguró que pondrá todo de sí para algún día ser una doctora.
“Yo quiero sacar mi quinto año y cumplir mi meta de ser una doctora. Espero seguir bien en clases y cumplir todas mis tareas”, manifestó Hernández.
El técnico en educación Héctor Romero, explicó que además de los encuentros de los días sábados, todos los jueves los estudiantes ven complementados sus conocimientos con tutorías.
Romero destacó que el gobierno lo que está haciendo es garantizando una formación de calidad que permita a estos muchachos acceder en un futuro a la universidad.