Este miércoles 15 de julio, se cumplen 51 años de que el Comandante Julio Buitrago Urroz, el “Padre de la Resistencia Urbana” y miembro de la Dirección Nacional del Frente Sandinista, cayó en un heroico combate contra 300 esbirros de la guardia somocista, apoyados por la artillería, una tanqueta y la aviación.
Aquél día de 1969, el Comandante Julio Buitrago estaba en una casa de seguridad cerca de Las Delicias del Volga en el barrio Maldito, de Managua, junto a las compañeras Doris Tijerino, Mirna Mendoza, Gloria Campos y su pequeña hija Martha Lorente, cuando fueron delatados ante la guardia nacional.
Tras obtener la información, el coronel Samuel Genie, jefe de la seguridad somocista, rodeó la casa con un batallón de guardias, una tanqueta, y una avioneta artillada, por lo que el Comandante Julio ordenó a las compañeras abandonar la casa por la parte trasera para enfrentar sólo el ataque.
Sin embargo, la guardia somocista capturó a la compañera Doris Tijerino, en tanto Mirna y Gloria, lograron escapar con la niña del nutrido cerco de la guardia genocida.
Pocos minutos después, la casita de dos plantas empezó a ser bañada de plomo por los disparos de los guardias y la tanqueta, mientras el “Padre de la Resistencia Urbana” subía y bajaba repeliendo el ataque desde todos los ángulos.
Desesperado, el coronel somocista Samuel Genie gritaba que se rindieran, pero a como dijo luego Leonel Rugama en su poema “A Julio”: “Nunca contestó nadie, porque los héroes no dijeron que morían por la patria, sino que murieron”.
El poeta guerrillero también escribió que “…en julio nació Julio, nació peleando sólo contra trescientos, es el único que nació en el mundo, superando a Leónidas, a Leónidas el de las Termópilas”.
El combate que duró casi 4 horas, fue transmitido en vivo y directo por la televisión oficial del dictador Anastasio Somoza quien creyó que de esa manera formaría en la mente de la gente una imagen militar victoriosa de la Guardia Nacional sobre el FSLN, lo cual fue todo lo contrario.
Muchos pobladores del sector fueron testigos, nerviosos, del desigual combate entre la multitud de soldados contra un guerrillero armado con una subametralladora M3. Y cuando la casa fue destruida y quedó llena de orificios, emergió el ejemplo de heroísmo y sacrificio del Comandante Julio Buitrago.
Julio Buitrago Urroz nació el 12 de agosto del año 1944, hijo de doña María de los Santos Buitrago Salazar y criado por su padre adoptivo José Santos Correa Martínez. Desde pequeño vendía refrescos y limpiaba el Cine Luz de Managua, para ayudar a su familia.
El joven se bachilleró en el Instituto Nacional Central Miguel Ramírez Goyena, donde dirigió el Frente Estudiantil Revolucionario (FER); estudió Derecho, fue presidente del Consejo Estudiantil de la Universidad Centroamericana (CEUCA); y miembro de la Dirección Nacional Histórica del FSLN.
Su entrega a la Revolución empezó a la temprana edad de 15 años y a los 16 ya era militante, junto a sandinistas de la talla de José Benito Escobar, Germán Pomares, Daniel Ortega Saavedra, Jorge Navarro, entre otros. A los 20 años se integró al FSLN y cayó a los 25 años, cuando era el jefe de la Resistencia Urbana.
En la casa donde el Comandante Julio cayó y nació hacia la Inmortalidad hay una inscripción que reza: «Viajero ve y di a Esparta que morimos por cumplir sus sagradas leyes».
En otro de sus poemas, el guerrillero Leonel Rugama destacó que Julio… “nació sin camisa y cantando, mientras disparaba su M-3, nació cuando trataban de matarlo, con guardias, con tanques, con aviones. Nació cuando no pudieron matarlo…”.
El mismo día de la caída de Julio, en otra casa de seguridad del FSLN ubicada en el barrio Santo Domingo, de Managua, la Guardia Nacional asesinó a los guerrilleros Marco Antonio Rivera, Aníbal Castrillo y Alesio Blandón, después de un ataque que se extendió hasta las 10 de la noche.