El pueblo católico de Nicaragua se reunió desde tempranas de este segundo domingo de Pascua en las distintas parroquias del país, para celebrar la misa de la Divina Misericordia la que fue establecida por San Juan Pablo Segundo.
En la Catedral de Managua, el Vicario Fray Silvio Romero expresó durante la homilía que la Divina Misericordia demuestra el amor con el cual Dios nos redimió de nuestros pecados a través de su sacrificio en la Cruz del Calvario.
“El gran acto de misericordia que Dios ha tenido con nosotros se llama Jesucristo”, expresó el Fray Silvio Romero quien llamó a los fieles católicos a practicar obras de misericordia, como darle de comer al hambriento; darle de beber al sediento; vestir al desnudo; visitar, cuidar y estar pendiente de los padres; y cuidar al peregrino.