El Nuncio Apostólico en Nicaragua, Monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag de origen polaco; visitó los estudios de Vatican News, la mañana del martes 5 de junio, tras haberse reunido con el Papa Francisco en un encuentro privado en el Vaticano.
El Papa sigue de cerca la actualidad en Nicaragua
Entrevistado por nuestra compañera, Gabriella Ceraso, Mons. Sommertag explica que el Santo Padre conoce de cerca la evolución del panorama político y social que vive el pueblo nicaragüense, actualmente sumido en una fase de diálogo nacional, (que se ha suspendido y retomado de manera intermitente) y con el que se pretende superar la crisis que atraviesa esta nación, en la que han muerto decenas de personas a raíz de varios enfrentamientos violentos.
«La audiencia con el Papa ha sido muy importante y delicada, teniendo en cuenta la situación del país. El Santo Padre está bien informado y reza mucho para que se llegue a una solución pacífica, por medio de este diálogo nacional en el cual la Iglesia tiene el papel de mediadora y jamás se retira de sus propias responsabilidades», explica el Nuncio Apostólico, añadiendo que el Pontífice «es un hombre de esperanza y sus llamamientos son siempre invitaciones a dialogar de manera concreta».
La Iglesia escucha con atención la voz del Papa
Por otra parte, Mons. Sommertag hace hincapié en que los obispos de Nicaragua escuchan con gran atención los llamamientos del Sucesor de Pedro, en especial aquellos que van dirigidos específicamente a este pueblo; al mismo tiempo que siguen empeñándose para que el diálogo vaya adelante, y rechazan con firmeza cualquier tipo de acto o manifestación violenta; así como el uso de un lenguaje que pueda ser dañino o ambiguo.
«La Iglesia de Nicaragua nunca ha abandona a su pueblo», subraya el prelado polaco: «En cualquier ámbito de la vida de estas personas, la Iglesia es una presencia cercana, misericordiosa, fraterna, espiritual pero también es una presencia bien concreta, materialmente hablando».
Cardenal Obando: figura de Paz, garante de la reconciliación
En relación al reciente fallecimiento del cardenal nicaragüense Miguel Obando y Bravo, Arzobispo emérito de Managua, a sus 92 años; quien en reconocimiento por su papel de mediación durante los años de la guerra civil fue declarado por la Asamblea Nacional como “Padre de la paz y de la reconciliación”; el Nuncio en Nicaragua explica que Su Eminencia fue un hombre pacifista, «buscado por todos» (tanto por amigos como por contrarios), y que él era en cierto modo «un garante de esta reconciliación».
«Estoy convencido, de que en este delicado momento hace falta mucha oración, prudencia y coraje en la defensa del buen sentido común para encontrar una solución pacífica. La Santa Sede no pierde la esperanza en la reconciliación, porque la Iglesia, como siempre, cree en el hombre; que al haber sido creado a imagen y semejanza de Dios, cuenta con esta semejanza del Creador, que se manifestará «en el hallar una solución justa», concluye Mons. Sommertag.