El nieto del Príncipe de las Letras Castellanas, Rubén Benito Darío Salgado, de 73 años de edad, agradece al gobierno el decreto en honor a su abuelo, de quien se siente orgulloso y pequeño ante tanta gloria.
Rubén Benito, resaltó que el Decreto Presidencial del comandante Daniel Ortega Saavedra, tiene el pensamiento y la mano de la poetisa Rosario Murillo, quien desde su sensibilidad poética exhorta a honrar a Darío, desde todas las actividades diarias de los nicaragüenses.
Con los ojos despiertos y tiernos heredados de su abuelo, Rubén Benito, quien tiene el oficio de abogado y llama a su abuelo “el hermano mayor”, dijo que el pueblo también debe honrarlo leyendo sus obras con detenimiento y no de manera mecánica, pues solamente así, se puede descubrir la profunda dimensión de su poesía que danzaba en un ritmo mágico.
“Rubén Darío conocía la magia de algunas palabras, estudiaba y leía muchísimo, no es verdad que en estado de embriagues escribía sus obras”, asegura el descendiente del panida.
“La poesía de Rubén Darío era liberadora y consecuente con la época que vivió. Eran manifiestos políticos en su mayoría y supo defender sus obras ante los ataques de intelectuales que no reconocían su genialidad”, manifiesta
Rubén Benito y sus dos hermanos, Salvador del Carmen y Elena Argentina, son hijos de Rubén Darío Sánchez, quien nació del amor fecundo de la española Francisca Sánchez del Pozo y del Padre del Modernismo Rubén Darío.
El 06 de febrero, el poeta universal Rubén Darío, cumplirá cien años de su paso a la inmortalidad, desde donde nos sigue iluminando y dando gloria al pueblo nicaragüense.