Las familias nicaragüenses se desbordaron hacia los camposantos para visitar a sus seres queridos y depositar ofrendas florales a quienes se nos adelantaron en el camino.
En este día las emociones, los recuerdos y el llanto afloran al recordar a ese ser querido que partió a la que se conoce tradicionalmente como su última morada.
Doña Reyna Cuadra, dijo que albergaba muchos recuerdos bonitos de su madre, quien partió a la presencia del Señor hace ya 30 años.
«Nunca la olvido. Quién podría olvidar a una madre. La mía fue especial. Vendía en las calles con un canasto para sacarnos adelante. Fue una mujer humilde, honrada y trabajadora. Quisiera que estuviera conmigo porque a pesar que ya tengo 60 años siempre la necesito», expresó.
Asimismo, Amparo Forno comentó que este día de los difuntos le dedica todo el día a arreglar y enflorar a sus familiares fallecidos.
Ella no llegó sola. La acompañan sus hijos y nietos quienes con escobas y baldes con agua lavan la bóveda donde están sepultados sus familiares.