«Este proyecto es una muestra de la solidaridad de Rusia y Cuba con el pueblo y gobierno nicaragüenses», dijo a Prensa Latina el ministro de Seguridad Social de la nación centroamericana, Roberto López.
La nueva planta será erigida en Managua y se espera esté operativa a fines de 2016.
La experiencia de la transferencia de tecnologías en la cooperación entre Rusia y Nicaragua, a través de las organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS), fue mostrada durante un panel de la II Convención Internacional de Salud, que finaliza hoy en el habanero Palacio de Convenciones.
«Hemos tenido la oportunidad de presentar un proyecto de integración para construir esta planta en una colaboración con el Instituto de San Petersburgo, que contribuirá a la salud de todos los pueblos latinoamericanos», dijo López.
Para este propósito, agregó el titular nica de Seguridad Social, se cuenta también con la cooperación del Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed) de Cuba.
Se trata del centro regulador de medicamentos de los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
Por su parte, Vitaly Granovskiy, del Instituto de Vacunas de San Petersburgo, resaltó que Rusia está muy interesada en fortalecer sus nexos con países hermanos de Latinoamerica.
Granovskiy apuntó que esta trasferencia de tecnología es una oportunidad para proteger a las poblaciones de la región contra enfermedades infecciosas, y constituye un puente para la innovación y el desarrollo.
Unos 40 ministros de Salud participan en este foro, cuyo propósito es propiciar el intercambio sobre los retos actuales y futuros de la sanidad en el planeta.
A la importante reunión asisten delegaciones de más de 50 países, con cerca de dos mil delegados.
Una feria comercial y expositiva, «Salud para Todos», se desarrolló de forma paralela a este encuentro, con la participación de más de mil expositores y 221 firmas especializadas de 30 países.