El Presidente Comandante Daniel Ortega Saavedra, durante la visita del Presidente de la República Islámica de Irán, Ebrahim Raisi, destacó que Nicaragua e Irán, son revoluciones gemelas, de profundas raíces en la defensa de la identidad y del bienestar de los pueblos.
«Queridos hermanos nicaragüenses, querida juventud, divino tesoro, queridos jóvenes representantes de las centenares de orquestas juveniles que con la Revolución se han ido organizando en todo el país. Estas son las señales de Dios y compartimos con el pueblo de Irán, cuyo Presidente hoy nos visita aquí en Nicaragua, compartimos esa profunda fe en el Dios de todos los tiempos, en el Dios de todos los triunfos, en el Dios de todas las victorias, en el Dios de la paz», mencionó.
Expresó que «aquí con nosotros el hermano Presidente de la República Islámica de Irán, Ebrahim Raisi, bienvenido a Nicaragua. Son las señales del cielo, las señales de Dios, porque no es una casualidad que la Revolución en Irán triunfara en el año 1979, con el ayatolá Ruhollah Musavi Jomeiní y que la Revolución Sandinista triunfara en el año 1979, por eso siempre hemos dicho y repetido que somos revoluciones gemelas, de profundas raíces en la defensa de nuestra identidad, en la defensa del bienestar de nuestro pueblo».
«Y en una lucha permanente contra los imperios que a lo largo de la historia han tratado de apoderarse de estas tierras, de estos pueblos, de estos continentes en América Latina y el Caribe, en América del Norte igual, en África, en Asia, en Euroasia, es decir han querido siempre dominar el mundo, no para bien, sino para mal, es la mal llamada civilización Europea, la que aportó en siglos pasados la forma más brutal en la que se puede tratar a un ser humano, a niños, familias enteras, la esclavitud es la mejor muestra de lo que en el fondo tienen los que se dicen respetuosos de los derechos humanos, son ellos los que traficaron con esclavos y convirtieron a los seres humanos en una mercancía trasladándolas desde aquellas regiones y pasando luego, cruzando a Europa para trasladar también esa fuerza esclava a estas tierras, a estos continentes que estaban siendo dominados bajo la fuerza de la cruz y la espada, en lo que era una verdadera blasfemia contra Cristo», recordó.
El Presidente Ortega, aseguró que «utilizaron la cruz y la espada para robarles las tierras a nuestros antepasados indígenas, robarles o tratar de robarles la identidad, tratar de robarles el alma, el corazón».
El Comandante Daniel Ortega, detalló que con la misma fortaleza con que el Cacique Nicarao y el Cacique Diriangén «le dieron el primer gran golpe a los invasores, encabezados por Gil González; hace 500 años, un 5 de abril en una coordinación perfecta del Cacique Nicarao y el Cacique Diriangén, lograban emboscar a los españoles que se sentían que ya tenían sometidos a nuestros pueblos originarios».
«Y fueron derrotados, y tuvieron que retirarse de Nicaragua en ese momento; y en estas tierras quedó sembrado el espíritu rebelde de los primeros héroes antiimperialistas de estas tierras, cuando no se había inventado todavía el nombre de países de la región, eran épocas donde estaban sometidas estas tierras a las que distribuían los reyes, las que entregaban los reyes a los conquistadores, entregaban lo que no eran de ellos», mencionó.
También, refirió que «han sido realmente los imperios europeos, todos sin excepción, grandes asaltantes y explotadores de los pueblos en diferentes regiones de la Tierra; y la verdad es que, esa práctica no ha desaparecido, porque está en la esencia misma de los imperios, y que quieren dar lecciones de derechos humanos, lecciones de democracia, quieren dar lecciones a nuestros pueblos, pero nuestros pueblos con esa fuerza que emana en el tiempo desde nuestros caciques».
«Y luego vino el expansionismo yanqui, y los ingleses disputando el territorio a los españoles, y en ese afán los Estados Unidos, a través de un grupo de racistas, esclavistas, en los años 1852-1854 vieron hacia Nicaragua, en Nicaragua no había grandes cantidades de oro como en otros países de la región, en Nicaragua no había mayor riqueza, era una población pequeñísima, un territorio pequeñísimo, pero cuando empiezan a llegar los conquistadores descubren que en Nicaragua hay un paso natural, por el cual se abriría una ruta de tránsito entre el Mar Caribe y el Océano Pacífico», apuntó.
Agregó que, «empresarios norteamericanos, navieros, muy relacionados lógicamente con el gobierno de turno, vinieron y tomaron acuerdos con los vendepatrias que se imputaban el Gobierno de Nicaragua, para qué, para que se abriera una ruta de tránsito, es decir, Estados Unidos abriendo una ruta de tránsito en Nicaragua en aquellos años, porque los conquistadores habían encontrado que en Nicaragua había una ruta natural, el río San Juan, el gran lago de Nicaragua, y ahí teníamos ya unidos el Caribe con la zona del Pacífico, a través de estos dos espacios, el río y el lago».
“Y lo que quedaba nada más, era un pequeño estrecho del istmo de Rivas, de 12- 14 kilómetros, para que pudiese operar el tránsito por Nicaragua, un tránsito que en nada beneficiaba al pueblo nicaragüense que trajo más bien vergüenza, dolores, sangre, incendio”, reflexionó el Comandante Ortega.
Señaló que esa ruta interoceánica por Nicaragua, era muy deseada y urgida por los empresarios norteamericanos.