La vicepresidente Rosario Murillo recordó que hace 38 años se gestó la epopeya más grande de toda la historia de Nicaragua, La Cruzada Nacional de Alfabetización donde participaron 95,182 alfabetizadores.
Estos héroes enseñaron a leer y escribir a unas 406,582 personas y la compañera Rosario destacó que también aprendimos mucho de esos protagonistas «tanto por lo que estamos en deuda con todos los que se alfabetizaron en el campo y la ciudad. Gente muy humilde y muy sabia»
“Les enseñaron mucho a los alfabetizadores y se logró reducir el analfabetismo. En el somocismo era el 50.4, al finalizar la Cruzada Nacional de Alfabetización llegamos a tener 12.96”.
Gracias a esta espectacular gesta Nicaragua ganó el reconocimiento internacional de la Unesco, la medalla Nadieska Krupskaya 1981, y la distinción Memorias de la Humanidad en el año 2007.
No obstante, en los 16 años de neoliberalismo, el analfabetismo volvió a subir. “Lo dejamos en 12.9, y en el 2006 estaba ya en el 24 por ciento. Así es la insensibilidad, así es el desamor, así es la falta de compromiso con los desfavorecidos, con los más pobres, con los explotados, o con los oprimidos. Del 12 que dejamos nosotros, o menos, al 24 en el 2006. Y bueno, hemos empezado a trabajar nuevamente desde que llegamos al gobierno en alfabetización y continuidad educativa hemos alfabetizado a 122 mil 949 hermanos con la participación de 57 mil 631 alfabetizadores, hemos llegado al 4 por ciento de analfabetismo ya gracias a Dios”.
“Vamos a saludar a todos los que alfabetizan, porque enseñar a leer y a escribir es cumplir con el mandato de Cristo Jesús, de amar al prójimo como a nosotros mismos. Por eso con orgullo decimos que este es un gobierno cristiano, socialista, solidario, que, con la participación voluntaria de miles, alcanza proezas que mejoran la vida de miles. Ese es cristianismo, amarse los unos a los otros. Compartir, saber convivir y crear mejores condicione para todos”, enfatizó.