Al ritmo de los filarmónicos, familias del barrio Larreynaga en la zona oriental de Managua, le dieron la bienvenida al Mocito de Santo Domingo de Guzmán, quien era bailado, zangoloteado por sus cargadores tradicionales.
Los promesantes que acompañaban al mocito daban gracias por los milagros y favores recibidos, a la vez que se comprometían a acompañarle durante su peregrinación en los distintos barrios de la capital.
En la visita al barrio Larreynaga no podía falta la tiradera de pólvora en señal de alegría por la visita de la milagrosa imagen, tradición que reúne a miles de fieles.