“Hay que estar pendientes del comportamiento de los hijos”, enfatizó María Alejandra, quien detalló que muchos niños desde los 10 años, inducidos por la curiosidad y otros por malas amistades llegan a consumir drogas.
Los padres deben fijarse si los hijos mantienen los ojos rojos y llorosos, si tienen ánimo cambiante, si no quieren participar en las actividades familiares y si se pierde el dinero u objetos de valor de las casas.
En el caso de que los padres necesiten ayuda para rehabilitar a un hijo u otro familiar de la adicción a las drogas, la compañera María Alejandra Amador, informó que pueden avocarse al jefe de sector de la Policía quien está obligado a realizarles el enlace correspondiente.
Gracias al Gobierno Sandinista, los jóvenes con adicción pueden ser atendidos en el Centro de Juventud de la Policía Nacional ubicado en Las Jagüitas, donde además de ser rehabilitados aprenden un oficio, que posteriormente les sirve para insertarse al mercado laboral.