A 45 años del inicio de la histórica Gran Cruzada de Alfabetización “Héroes y Mártires por la Liberación de Nicaragua”, nuestra Embajada en Cuba, acogió a Valentina Rodríguez, educadora, integrante del Contingente Internacionalista de Maestros “Augusto Cesar Sandino” para compartir sus Memorias de esta Obra de Amor y Solidaridad, que no debe olvidarse y que marcó el inicio de las Conquistas Culturales y Educativas de la Revolución y de los Gobiernos del Frente Sandinista de Liberación Nacional.
En el encuentro que sostuvo con nuestra Embajadora, Compañera Guisell Morales Echaverry, cerrando sus ojos vivaces y dulces, la profesora Rodríguez, quien nunca había viajado fuera de Cuba, dijo agradecer a la Vida y al Comandante Fidel Castro haber sido una de las Maestras que apoyaron esta Gesta Educativa.’
Recordó, con ternura en la voz, que desde que llegó a Mechapa, Chinandega, en Marzo de 1980, fue acogida como Familia por Orlando Berríos, su esposa y niños, compartiendo y aprendiendo la vida y labores en esta pequeña Comunidad pesquera. “Había limitaciones y a pesar de estar lejos de mis padres fuí feliz, estaba junto al mar y con gente muy amistosa, solidaria y trabajadora. Así son los nicaragüenses”.
“Fui parte de más de mil doscientos maestros, que voluntariamente decidimos integrar la misión de enseñar en los lugares más apartados del territorio nicaraguense. Por la mañana enseñabamos a los niños pequeños, en la tarde a los adultos, participamos en las jornadas de vacunación, cortamos algodón y apoyamos a los muchachos alfabetizadores que liberaban a Nicaragua del Analfabetismo”.
Valentina con voz emocionada nos dijo: “De Nicaragua aprendí lo que era una proceso revolucionario que empieza, la movilización alfabetizadora, la determinación histórica de los nicaraguenses de vencer la cruenta guerra imperialista contra la Revolución Sandinista. Eso reafirmó mi convicción revolucionaria y aprendí a querer más a la revolución cubana. Eso se lo debo a Nicaragua”.
Nuestra Embajadora, agradeció a la Profesora Valentina, la Solidaridad de Cuba expresada en ese gesto de Amor que es el enseñar, le comentó los logros educativos, los avances culturales y progreso alcanzado, que comenzó con ese primer paso que dimos, hacia la Liberación Cultural y del que ella también fue parte.
Valentina, a su regreso de Nicaragua, llegó a ser directora de un centro escolar en la Habana y ahora colabora en la Casa Museo José Martí, desde donde sigue enseñando a los Niños, las Historias de Amor, Solidaridad, Vida de esos Hombres, Árboles de Luz que iluminan el andar de nuestros Pueblos y envió Fraternal Saludo a nuestro Pueblo, que lleva en su Corazón.