En el barrio Carlos Fonseca, de los bomberos del mercado Roberto Huembes, tres cuadras abajo, desde horas tempranas, el olor a tortillas recién hechas, se esparce por las calles, patios y casas, en un claro llamado de complacer el gusto de los habitantes.
La joven madre Jendy del Carmen Cordero Navas, de 43 años, se gana el sustento de sus dos hijos y marido, palmeando más de 150 tortillas diarias, cuyo negocio también le permite tener una casa bonita, amueblada y con jardines.
Años atrás, Jendy del Carmen, trabajó en un hotel y en un casino, y dejó de ser una empleada más, y se convirtió en microempresaria, gracias al Programa Usura Cero, que le otorgó su primer crédito de 3 mil 700 córdobas.
La madre trabajadora, quien con la ayuda de su esposo, Pedro Rafael Norori, han criado a sus dos hijos, Byron Rafael, de 23 años de edad, y José Daniel, de 19, asegura que es una gran oportunidad tener su negocio, porque trabaja en su casa, cuida a sus hijos y el dinero llega sin contratiempos.