El joven dirigente de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN) Leonel Morales, se recupera lenta, pero satisfactoriamente, de las gravísimas heridas de bala y de otras lesiones que sufrió la noche del 13 de junio, cuando terroristas pagados por los grupos golpistas de la Derecha, llegaron a la vivienda de su novia y se lo llevaron secuestrado.
Esa noche Leonel vivió horas de terror, la intención era asesinarlo a como diera lugar, esa fue la orden que los delincuentes recibieron de sus “líderes golpistas”.
Leonel Morales era parte de la Mesa del Diálogo Nacional, desde ahí como miembro de la UNEN elevó su voz para denunciar a los terroristas que mantuvieron secuestrados con tranques a diversas ciudades, tranques donde la población sufrió todo tipo de aberraciones, violaciones, torturas, asesinatos y robos.
Ultrajado de tranque en tranque
Desde su lecho de enfermo en un hospital capitalino, Leonel Morales relató el terror que le tocó vivir esa noche, tras recibir un balazo en la mandíbula y dos más en la zona abdominal. A Leonel lo patearon, lo golpearon y le gritaron miles de veces que lo iban a matar.
Ese sufrimiento le tocó vivir en cada uno de los tranques que los terroristas levantaron en la zona de la UPOLI, Rafaela Herrera, barrio 8 de Marzo, Villa Miguel Gutiérrez y otros lugares, hasta que finalmente sus verdugos lo fueron a tirar a un cauce porque creyeron que estaba muerto.
La doctora Virginia García, que forma parte del equipo médico que atiende a Leonel desde que ingresó al hospital, detalla que el joven llegó en estado de coma, en una situación extrema y en cualquier momento podía fallecer, pero gracias a la excelente atención y la fe puesta en Dios, se recupera lentamente y la etapa más difícil ya pasó.
La orden era matarlo
“Estoy eternamente agradecido con Dios porque Él es el único que me ha sanado junto con los doctores y enfermeros del hospital. Estoy profundamente agradecido porque Dios ha puesto ángeles en mi camino desde esa noche que me secuestraron”, dijo Leonel.
Lamentó que personas sin sentimientos de amor a la vida, se hayan burlado de la situación que le tocó enfrentar, por tanto pidió a la población que siempre verifique lo que se publica desde las redes sociales.
“Algunas personas han dicho que lo que me pasó a mi es mentira, pero es cierto, me secuestraron, eran alrededor de 20 motos junto con la camioneta que andaban, me anduvieron de barricada tras barricada y celebraban porque decían ‘ahí viene el sapo de Leonel, el que estaba en el diálogo’, todos decían que ‘hay que quemarlo, hay que matarlo a ese sapo’ me anduvieron por mucho tiempo”.
“Me pusieron en la tina de la camioneta, me apuntaron con pistolas de todo tipo, fue ahí cuando me pegaron el primer tiro que fue en la cabeza, perdí el conocimiento y este tiro me fregó todo mi rostro, me lo desbarató, cuando me pegan ese tiro yo pierdo el conocimiento, me desmayé completamente, pasó un tiempo, después parece que se detuvieron cerca de un cauce, a mi me tiraron en la carretera y cuando me tiran, recupero y vuelvo en sí, ellos dijeron que está vivo y con todas las armas que andaban me comenzaron a disparar y gracias a Dios había un cauce, me tire, me hice el muerto y espere que se fueran”, relató Leonel.
Pasaron las horas, el líder estudiantil se logró incorporar con dificultad en el cauce y vio pasar cerca a una pareja, a la cual le pidió que lo auxiliaran. Posteriormente pasó otro ciudadano que lo escuchó y esos, junto con otros vecinos del lugar le ayudaron, llamaron a la ambulancia y a la policía.
A partir de ese momento Leonel llevó una dura batalla contra la muerte, esa que los dirigentes golpistas sembraron durante las últimas semanas en los tranques, en las barricadas, donde se perseguía y ultrajaba la vida y sobre todo de los militantes sandinistas, como este líder estudiantil.
“Vino en una condición grave, venia entubado, conectado a un ventilador portátil, traía una sonda por un hemoneumotórax que fue provocado por una bala, además estaba recién operado de una laparotomía exploratoria, por una herida de arma de fuego en el abdomen”, detalló García.
Pide por la paz y el desarrollo
Leonel se recupera, no lo pudieron asesinar, a pesar del escarnio que sufrió no guarda rencor, pero eso sí, pide a los nicaragüenses que trabajen por la paz y el desarrollo de Nicaragua, eso mismo que se venía construyendo con el Comandante Daniel Ortega y la compañera Rosario Murillo.
“Yo quiero que haya paz sinceramente, el gobierno, nuestro comandante Daniel, nuestra primera dama, igual han trabajando para construir por la paz, yo quisiera andar en la calle, quisiera andar en todos los eventos (marchas por la paz y la justicia), y aunque ustedes no lo crean yo veo las noticias desde la mañana, al mediodía, a las seis de la tarde. Yo hubiera querido estar en la plaza el 19, hubiese querido estar en el Repliegue. Aquí está mi bandera (muestra la del FSLN), yo le digo a las demás personas que andan la bandera (de Nicaragua) en el cuello, en la espalda, en las manos la azul y blanco, esa azul y blanco se lleva en el corazón, no se lleva en otro lugar y solo por tener una ideología política le van hacer esto a las demás personas, no es justo sinceramente”, relató.
“Me decían que me iban a matar, que me iban a violar, todo tipo de arma llevaban y me la ponían en todo el cuerpo, que era una decisión tomada por la gente de arriba que no mencionaron nombre, pero deben de ser las cabecillas. Yo le digo a los jóvenes que vean la realidad, lo que está pasando en Nicaragua, que vean mi caso sinceramente, solo por estar en el diálogo vean lo que me pasó, eso no es justo, y ahí andan pidiendo justicia por las personas que están presas, pero qué pasa con las personas que están en los hospitales, por las personas que se están muriendo, por las personas que están buscando como recuperar, no la vida que yo tenía, pero si parte de mi vida, ahí anda la CIDH, los Derechos Humanos, pero han venido los derechos humanos donde mi, ha venido la CIDH donde mi, para nada sinceramente y le digo a los jóvenes que tomen conciencia y vean la realidad, que no se dejen guiar por lo que se diga en las redes sociales”, contó Leonel.
El Comandante Daniel y la compañera Rosario han estado muy pendientes de la evolución de la salud de Leonel, que mostró orgulloso la bandera del FSLN al tiempo que aseguraba «aquí no se rinde nadie».