Nuestro pueblo tiene una gran cultura en la celebración a la Inmaculada Concepción de María, incluso los nicaragüenses que están en el extranjero mantienen esta tradición que llena bendición a las familias.
Así destacó monseñor Eddy Montenegro, la tradicional gritería de todos los 7 de diciembre, asegurando que “la celebración de la purísima en Nicaragua es una expresión de fe y amor”.
Muchas familias ahorran todo el año, matan sus animalitos para cumplirle a La Conchita con la gorra o el brindis que significa un acto de compartir con la comunidad lo que se tiene, precisó el líder religioso.
Monseñor Eddy Montenegro resaltó que el presidente Daniel y la compañera Rosario están fortaleciendo los baluartes de la cultura del pueblo alrededor de María, con lo altares en la avenida de Bolívar a Chávez y con los altares móviles.