Sentados en el banquillo de los acusados Carlos Ramón Brenes Sánchez y Tomás Maldonado, líderes de los grupos criminales que operaban en diversos tranques en Jinotepe, escucharon los testimonios de oficiales que vivieron el terror dentro de la delegación policial que ellos ordenaron cometer.
El jefe de la Policía Nacional en Carazo fue el primer testigo ofrecido por la fiscalía.
El alto cargo policial relató sobre diversas agresiones, torturas, obstaculización de tráfico, cobro ilegal a vehículos y otros delitos cometidos desde diversos tranques.
El jefe policial recordó las acciones que iniciaron incluso desde el 18 de abril, cuando grupos de personas salieron de la iglesia católica, encapuchados y lanzando morteros.
Afirmó que fue hasta el día 21 de abril cuando escaló la violencia, debido a un grupo mayor de personas encapuchadas.
El Policía estuvo presente durante los hechos cuando se intentó quemar la casa sandinista. “Bombas molotov nos caían en los pies, las tirábamos de regreso para que no se encendiera el departamental del Frente, sin embargo, fueron tantas las que cayeron que tomó fuego e incluso uno de los que estaban ahí tirando las bombas me gritaban: sálgase comisionado, sálgase, que se va a quemar usted también”, declaró.
Días después, el Comisionado Mayor recibió una llamada en la que se le notificaba de la formación del Grupo Armado Fecun, liderada por Tomás Maldonado, Joao Maldonado, Carlos Ramón Brenes, Rudy Palacios y otros sujetos a los que mencionó evacuando su testimonio.
“Se conformó el brazo armado y no quieren nada con la Policía, así que si ustedes vienen aquí la van a agarrar con nosotros, incluso desde ese día ya no volvimos a tener contacto con ellos”, describió la comunicación telefónica.
Luego de eso, el 28 de mayo, los tranques no permitieron la pasada de más vehículos y dejaron a transportistas internacionales retenidos en el lugar.
Esa misma noche, empezó el hostigamiento a la delegación policial con morteros. El mismo Argueta solicitó al presidente de la Cámara de Comercio en ese departamento que dialogara con los agresores para que cesara la violencia.
“También hablé con el Padre Juan de la Iglesia y le dije, Padre, ayudemos, nos están atacando desde las 8:00 de la noche y el padre me dijo: Ahí dejé a los muchachos, entreguen las armas, váyanse ustedes y ellos van a hacer su trabajo”, relató.
El 12 de junio, a eso de las 2:00 am, tras una constante lanzadera de morteros en el Parque, el Comisionado fue autorizado a investigar qué sucedía, pero fue atacado y saliendo lesionado gravemente.
“Tuve mala suerte porque en solo la salida de la Policía, en lo que damos vuelta por la salida del Torreón, a mí me pegan un balazo en la mano izquierda, de .22, que me quebró la mano. Luego en lo que yo me giro para el lado de la derecha, me pegan un balazo de fusil AK en el pecho, que gracias a Dios yo siempre camino éste rosario (que mostró a los presentes) y yo digo que Dios me protegió, porque la bala quedó enredada en el chaleco antibalas que yo llevaba y me hizo daño”, testificó.
Otro testigo fue un Oficial. quien describió los constantes ataques a los que fueron víctimas dentro de la delegación policial por el grupo denominado FECUN, cuya dirección estaría a cargo de los acusados.
“Ésta fue asediada constantemente y desde fecha 12 de julio una agrupación denominada FECUN, llegó al tranque San José y de manera violenta evacuaron a los jóvenes que se encontraban haciendo protesta. Esta agrupación denominada FECUN se instaló en el tranque, ya cerraron el tranque totalmente obstaculizando la libre circulación, no dejando pasar a ningún vehículo». En éste tranque se encontraban personas con armas de fuego de diferentes calibres y no dejaban pasar vehículos de transporte colectivo, ningún tipo de vehículo y personas simpatizantes del Frente Sandinista o Policía que pasaba por ese lugar, lo agarraban, lo tomaban, lo secuestraban y lo metían la Colegio San José, donde eran éstas personas torturadas”, contó.
Refirió que la Policía Nacional vivió prácticamente una guerra desde el 12 de junio hasta el 8 de julio.
“Me encontraba reconcentrado, secuestrado mejor dicho en la delegación policial de Jinotepe, desde el 12 de junio hasta el 8 de julio, el cual no podíamos salir a la vía pública. Nos comenzaron a atacar la delegación, desde diferentes puntos nos tiraban, impactaban las paredes y si nosotros estábamos a la vista nos daban también, ese 12 de junio ya nosotros no pudimos salir, ya ellos se posicionaron en puntos estratégicos que les daba suficiente visualización a la Policía, que cualquier oficial de Policía que saliera, era muerto”, aseguró.
Relató que, asistidos de megáfonos, gritaban a la delegación, asegurando a los oficiales que se rindieran “porque de cualquier forma íbamos a morir e iban a entrar a quemarnos, en la cancha”, contó.
Durante estos ataques, lesionaron de gravedad a varios oficiales, uno de ellos que falleció posteriormente por las heridas.
Éste mismo grupo instaló dos cisternas cargadas de combustible frente a la delegación, mismas que quisieron hacer detonar lanzándole cocteles molotov y morteros.
La fiscalía también acusa por estos hechos a Roberto Danilo Samcam Ruiz, Leonel Rojas Medrano, Rodolfo Rojas Cordero, Álvaro José Campos Chávez, Carlos Ramón Brenes Sánchez, Rudy Antonio Palacios Vargas, Rodrigo Alejandro Rodríguez Argüello y Joao Ismael Maldonado Bermúdez, todos sin detener.