En el 48 aniversario del tránsito a la inmortalidad del padre de la Resistencia Urbana, el Comandante Julio Buitrago Urroz, la Juventud Sandinista 19 de Julio, le rindió honores y depositó ofrendas florales en el monumento ubicado en la Casa Museo del Héroe Sandinista.
Este 15 de julio, la Juventud Sandinista realiza una serie de actividades para recordar la gesta de este joven revolucionario, que resistió por varios días el ataque indiscriminado y asesino de la Guardia Somocista en una vivienda de un barrio que ahora lleva su nombre.
Todos los movimientos culturales, deportivos y sociales de la Juventud Sandinista 19 de Julio, estuvieron presente para rendirle tributo y ratificar el compromiso de seguir apoyando el trabajo del Gobierno Sandinista en la tarea de por desaparecer la pobreza.
«El Comandante Julio Buitrago Urroz dio su vida por ver una Nicaragua libre, una Nicaragua bendita y siempre libre, donde hoy los jóvenes y las familias nicaragüenses gracias al Comandante Daniel Ortega y la Compañera Rosario Murillo, disfrutamos espacios de recreación sana, calles para el pueblo, merienda escolar, educación gratuita, entre otras restituciones de derechos», dijo Gustavo Escorcia, de la JS19 de Julio.
Reseñó que por la paz que vive Nicaragua, los héroes y mártires entregaron el don más preciado, que es la vida, construyendo un país con estabilidad social y en desarrollo.
«Aquí estamos esta mañana haciendo este homenaje a todos nuestros héroes y mártires que dieron la vida, por ver a Nicaragua así como estamos hoy reunidos felices y contentos, para continuar ese legado en Amor a Nicaragua», afirmó Escorcia.
En tanto, la jovencita Jessica Ramírez indicó que hoy la juventud nicaragüense está comprometida con cada uno de los programas sociales que se impulsan en Nicaragua para eliminar la pobreza.
«Aquí estamos rindiendo homenaje al Comandante Julio Buitrago Urroz y comprometiéndonos en continuar con su legado y apoyando los programas de restitución de derechos», agregó Ramírez.
En el acto homenaje se dedicó el poema «los susurros del viento hablan en silencio», leído por un miembro del Movimiento Cultural Leonel Rugama.