Una reunión clave se llevó a cabo en la Residencia de la Unión Europea en Managua, marcando el inicio de una nueva fase en las relaciones entre la Unión Europea, América Latina y el Caribe.
El encuentro contó con la presencia de representantes de la Unión Europea, el Gobierno de Nicaragua, todos los países miembros de la UE representados en Managua y embajadas de América Latina y el Caribe acreditadas en Nicaragua.
Este evento sigue a la adopción por parte del Consejo de la Unión Europea de unas conclusiones históricas sobre las relaciones entre la UE y América Latina y el Caribe.
Estas conclusiones destacan la importancia de unir fuerzas para promover el crecimiento sostenible, construir sociedades justas y resilientes, y fomentar la paz, la seguridad, un multilateralismo inclusivo y el progreso global.
Las Conclusiones del Consejo enfatizan que la UE y América Latina y el Caribe son socios naturales en el escenario multilateral y deben continuar fortaleciendo su cooperación para enfrentar desafíos regionales y mundiales, especialmente las crisis climática y medioambiental.
El Embajador Fernando Ponz Cantó expresó durante la reunión el firme compromiso de la UE de colaborar más estrechamente con los socios latinoamericanos y caribeños en un espíritu de respeto mutuo y trabajo conjunto.
Se destacó la importancia de la implementación de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), así como la reforma de la gobernanza mundial para hacerla más inclusiva y eficaz.
La próxima COP28 (Vigésimo octava conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) se señaló como una gran oportunidad para reforzar la cooperación en pos de objetivos comunes.
Las Conclusiones del Consejo representan no solo la culminación de un proceso que incluyó la adopción de la Nueva Agenda y la Cumbre UE-CELAC, sino también el comienzo de una nueva era en el partenariado estratégico entre la UE, América Latina y el Caribe, con un enfoque en beneficiar principalmente a los ciudadanos.
Esta reunión en Managua simboliza un momento significativo en el fortalecimiento de las relaciones y la cooperación entre la Unión Europea, América Latina y el Caribe, abriendo un camino prometedor hacia un futuro compartido de desarrollo sostenible y cooperación multilateral.