Como cada año, las familias del barrio Rubén Darío, en el Distrito I de Managua, celebraron la Semana Santa de una forma peculiar al instalar unas 20 hermosas piscinas, en las que los niños y adultos disfrutan tranquilos y en paz.
“Ya es una tradición. Nosotros preferimos no ir al mar, preferimos quedarnos en la casa, nos evitamos accidentes de tránsito y no nos exponemos tanto al sol”, dijo muy contento el señor Mateo Balmaceda.
Según Mateo, la tradición que empezó en su cuadra, poco a poco se ha extendido a otras calles del barrio, pues cada vez más familias sacan sus piscinas y comparten de forma amena.
“Los vecinos somos muy unidos, si uno hizo almíbar comparte del resto y así nos ponemos de acuerdo para cuidar a los niños”, expresó.