Como un hombre responsable, entregado a su trabajo y a su familia, preocupado por el bienestar de su comunidad y sobre todo con mucho amor a la patria, es como familiares y amigos recuerdan y recordarán al Subinspector Julio César Narváez, el joven Policía de 35 años que el pasado jueves cayó en cumplimiento del deber.
En horas de la mañana de este sábado, familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo acompañaron a Julio en su recorrido, que salió de la casa de habitación en Villa Venezuela, hacia su última morada en el Cementerio Oriental, despidiéndose de está manera de un hombre que fue buen hijo, hermano, esposo, vecino y un gran Policía que se entregó hasta las últimas circunstancias a su deber.