En 2007, la Empresa Portuaria Nacional (EPN) de Nicaragua enfrentaba serios desafíos. Los puertos, incluyendo el crucial Puerto Corinto, mostraban una falta de modernización y una capacidad limitada para atender la demanda.
La infraestructura portuaria se encontraba deteriorada, y la grúa pórtico de Puerto Corinto llevaba 15 años inhabilitada. Además, la EPN enfrentaba una deuda de 61.0 millones de dólares con acreedores internacionales y un patrimonio negativo.
Desde ese año, la EPN emprendió estrategias y acciones para modernizar y mejorar las capacidades técnicas y operativas del Sistema Portuario Nacional.
En 17 años, la EPN atendió 10,669 buques de carga internacional, movilizando 69.2 millones de TM, y más de 27 mil embarcaciones de cabotaje, transportando 3.9 millones de TM de carga y 9.8 millones de pasajeros.
La EPN generó ingresos acumulados de 548.06 millones de dólares, con gastos de 432.95 millones y utilidades de 115.11 millones, logrando una rentabilidad promedio anual del 21%. Las inversiones en infraestructura portuaria alcanzaron los 201.5 millones de dólares.
Durante este periodo, la EPN realizó inversiones clave como la construcción del Puerto Salvador Allende, la modernización de la Terminal Lacustre de San Jorge, y el desarrollo del Complejo Turístico en Puerto San Juan del Sur.
Se llevaron a cabo proyectos importantes en los puertos de Corinto, Sandino, Arlen Siú, Cabezas y El Bluff-Bluefields, incluyendo mejoras en infraestructura y equipamiento.
Estas transformaciones mejoraron la competitividad en la prestación de servicios portuarios y han elevado los niveles de modernización del equipamiento y tecnologías.
La EPN fortaleció su auto sostenibilidad financiera y aseguró la seguridad portuaria con obras de dragado y señalización marítima. Además, diversificó su segmento de negocio al incorporar componentes turísticos en los puertos.
En estos 17 años, la Empresa Portuaria Nacional logró un cambio radical, mejorando significativamente la eficiencia y capacidad de los puertos de Nicaragua.
Estos avances no solo reflejan un crecimiento económico, sino también un compromiso con la mejora continua de la infraestructura y los servicios portuarios.
La EPN se convirtió en un modelo de gestión portuaria eficiente, contribuyendo al desarrollo económico del país y al bienestar de su población.
Con la modernización de sus instalaciones y la ampliación de sus servicios, los puertos de Nicaragua ahora ofrecen una infraestructura de clase mundial y se posicionan como puntos clave en la logística y el comercio internacional.