La Fiscalía alemana informó que al momento que el vuelo 4U9525 de la aerolínea Germanwings se estrelló en los Alpes Franceses, el pasado 24 de marzo, matando a 150 personas, incluyendo la tripulación, uno de los pilotos estaba en la cabina y el otro no.
El diario New York Times reveló que uno de los pilotos se encerró en la cabina, esto tras el análisis de los archivos de audio del avión. «El piloto fue a hacer sus necesidades y al regresar a la cabina tocó la puerta una vez, sin respuesta, luego volvió a tocarla más fuerte y tampoco nadie respondió. Nunca hubo una respuesta», señaló un oficial francés involucrado en la investigación.
Por su parte el periódico inglés «The Guardian» reportó que el fiscal Brice Robin insistió que el copiloto voluntariamente descendió la aeronave. El estaba vivo hasta el momento del impaco, porque pudimos escuchar su respiración en la grabación. Escuchamos los gritos de los pasajeros «su muerte fue súbita e instantánea», agregó.
El copiloto fue identificado como Andreas Lubitz, un ciudadano alemán de 28 años de edad, quien laboraba para la compañía aérea desde septiembre de 2013. Según las autoridades el joven no estaba fichado como terrorista.