En una reveladora conferencia en el Auditorio Fray Bernardino Sahagún del Museo Nacional de Antropología, el reconocido antropólogo Geoffrey McCafferty presentó hallazgos que sugieren fuertes conexiones culturales entre Cholula, Puebla, México, y ciertas regiones de Nicaragua.
El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de Nicaragua, representado por el Embajador Juan Carlos Gutiérrez Madrigal, se hizo presente en el evento que tuvo como temática: «De Cholula a Nicaragua«
McCafferty, a lo largo de su exposición, presentó cerámicas de engobe blanco localizadas en las regiones del Pacífico nicaragüense, específicamente en las áreas cercanas al lago Cocibolca, en Santa Isabel, Tepetate y El Rayo.
Estas piezas muestran sorprendentes similitudes con la tradición Mixteca-Puebla, sugiriendo que fueron posiblemente introducidas a Nicaragua por comerciantes de origen olmeca-xicalanca de Cholula.
Además, el experto indicó que el grupo indígena chorotega pudo haber sido el responsable de introducir esta cerámica y nuevos patrones mortuorios en territorio nicaragüense. McCafferty también señaló que algunos de los fragmentos cerámicos hallados presentan representaciones de las deidades Yacatecuhtli y Ehécatl, formas del dios Quetzalcóatl.
Uno de los puntos más interesantes de la conferencia fue la propuesta del antropólogo sobre el término «chorotega». Según McCafferty, esta palabra podría ser una adaptación o corrupción del término “cholulteca”, fortaleciendo la hipótesis de la relación directa entre Cholula y las zonas arqueológicas de Nicaragua.
El evento, organizado con el respaldo de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), culminó con el Embajador Gutiérrez Madrigal transmitiendo un saludo cordial en nombre del Gobierno nicaragüense al Profesor McCafferty.
Se destacó que el académico ha obtenido una beca para proseguir sus investigaciones en Cholula, buscando afinar la cronología de los olmeca-xicalanca y el desarrollo de la tradición Mixteca-Puebla.
Los hallazgos presentados refuerzan la idea de un intercambio cultural y comercial en la Mesoamérica antigua y proporcionan una nueva perspectiva sobre las relaciones entre las culturas prehispánicas de México y Centroamérica.