El nicaragüense Bernardo Tercero, quien fue condenado y será ejecutado en una cárcel de Texas el 26 de agosto, solicitó que sus restos sean trasladados a Nicaragua, para estar seguro de que tendrá un funeral decente en mi país”.
Tercero indicó que no quiere terminar olvidado en un cementerio de la prisión de Polunsky Unit, en Livingston, Texas, donde guarda prisión, por el asesinato del profesor Robert Keith Berger, durante un asalto en una lavandería, el 31 de marzo de 1997, en Houston, Texas.
El condenado guarda la esperanza de no ser el primer nicaragüense en la historia en ser ejecutado con inyección letal en Estados Unidos, tras la campaña promovida a su favor por organismos contra la pena de muerte y su nuevo defensor de oficio quien lucha por posponer la fecha, aduciendo que cuando ocurrieron los hechos era menor de edad.
Incluso Bernardo Tercero envió una carta al papa Francisco, solicitando intervenga para que se revierta la sentencia, pero todo hace indicar que su fatal destino esta sellado.