Hemos observado el desarrollo de los hechos ocurridos el pasado sábado 16 de marzo en horas de la tarde, que llevaron a la detención preventiva a un grupo de 165 ciudadanos que protestaban al margen de la legalidad, quienes fueron puestos en libertad la noche del mismo día, por una decisión del Presidente de la República a solicitud de Su Eminencia Monseñor Waldemar Stanislaw Sommerstag, Nuncio Apostólico del Vaticano y en cuyas gestiones de excarcelación estuvimos presentes algunos miembros de esta Comisión de la Verdad, Justicia y Paz.
Nos preocupan los señalamientos que cuestionan la labor del Nuncio en este duro trajinar de las negociaciones, más aun cuando se le falta al respeto en caricaturas del rol de Delegado de su Santidad en Nicaragua. Lamentamos en estas líneas, la ausente posición de la Conferencia Episcopal.
Las negociaciones en curso deberían expresar una voluntad política, visión de nación y ánimos de arribar a soluciones evitando recurrir a otros mecanismos y niveles de protestas. Da la impresión de que existen grupos que con la bandera de las negociaciones, los principios, las buenas intenciones de los demás, procuran intoxicar, anular y hacer fracasar estas negociaciones, sumergiéndolas en las tinieblas de la incoherencia, la manipulación y la incertidumbre.
Vivimos momentos importantes, decisorios, claves para la vida nacional en todas sus manifestaciones. Nadie debería creerse autorizado para seguir entorpeciendo un entendimiento por la paz y la estabilización del país, tan necesarios para la seguridad ciudadana y el crecimiento económico, elementos que han caracterizado los últimos años a Nicaragua ante el mundo entero, con el reconocimiento público de la opinión internacional a través de distintas agencias y casas, en temas particulares y especializados.
La voluntad política del gobierno en el reinicio de estas negociaciones muestra su seria voluntad de comprometerse en la búsqueda de una solución de nación, la excarcelación de 150 personas en los últimos 18 días es otra prueba que apunta en ese sentido.
Esta Comisión continua realizando visitas a los centros penitenciarios y el pasado miércoles 13 de este mes nos entrevistamos con la periodista Lucía Pineda Ubau, quien expresó encontrarse bien emocionalmente y físicamente; apegándose a su fe cristiana para lograr su pronta liberación.
Hermanos y hermanas nicaragüenses, unámonos por la vida, por la concordia, por la tolerancia. Cese todo tipo de violencia, venga de donde venga. Sustituyamos las palabras ofensivas por el abrazo fraternal, en señal de respeto mutuo, de una cultura de paz en reconocimiento que somos necesarios los unos y los otros para ser una gran nación, sino en tamaño, en valores y principios con una conducta ejemplar para el mundo entero.
Seguiremos propugnando por el éxito de ese necesario entendimiento a través del diálogo transparente, serio, comprometido por amor a la Patria y a los niños y jóvenes presente y futuro, nuestros hijos y nietos.
Managua, 19 de marzo de 2019.
Divulgación y Prensa