La Vicepresidenta Compañera Rosario Murillo, reflexionó que los nicaragüenses como cristianos “aprendimos a ser valientes para dar testimonio del sufrimiento del pueblo” y a su vez destacó que nuestra misión como pueblo y gobierno es desterrar el odio, el rencor y el resentimiento.
“Qué difícil, sabemos que difícil que es vivir y sobre todo encontrarnos y reunirnos más allá de cualquier rencor o resentimiento. Vivir más allá del rencor, del resentimiento, vivir con perdón que no quiere decir olvido en ningún momento, vivir como cristianos. Es difícil pero es la misión que tenemos, la misión que tenemos como pueblo, la misión que tenemos como gobierno, como Estado, reencontrarnos, desterrar el odio, desterrar cualquier ánimo de venganza. Para eso están precisamente los organismos organizados en justicia, entre las personas, entre los seres humanos, entre las familias que somos una sola familia en Nicaragua, desterrar el odio o cualquier ánimo de venganza y caminar como cristianos fortaleciendo y construyendo la paz todos los días”, expresó.
“Eso no quiere decir que neguemos nuestros sentimientos más profundos, no quiere decir que no podamos expresar nuestra indignación, eso no quiere decir que no podamos hablar dando testimonio cristiano de sufrimiento del pueblo”, añadió.
Rosario dijo que “nosotros como cristianos aprendimos a ser valientes para dar testimonio del sufrimiento del pueblo, del sufrimiento de las familias”.
“Precisamente el Frente Sandinista de Liberación Nacional cuando se alza contra la injusticia da testimonio cristiano del sufrimiento del pueblo que clama liberación en aquellos tiempos, tiempos de testimonio, tiempos de valentía, tiempos de lucha valiente. Y así hemos vivido a lo largo de nuestra historia, dando testimonio cristiano de nuestro sufrimiento y trascendiendo del papel de víctimas y disponiéndonos con toda el alma valiente, nicaragüense por gracia de Dios, a luchar para vencer. Así hemos vivido toda nuestra vida, dando testimonio cristiano de la verdad, porque la verdad nos hace libres”, afirmó.
Agradece presencia del Nuncio Apostólico en Diriamba
La Vicepresidenta también agradeció el acompañamiento que el Nuncio Apostólico Monseñor Waldemar Stanilaw, hizo este lunes junto a la Conferencia Episcopal en Diriamba.
“Esta mañana la Conferencia Episcopal comunicó que había una visita a Diriamba, el Señor Nuncio Apostólico Monseñor Waldemar Stanilaw, con mucho respeto por nuestro pueblo acompañó esa visita con el señor secretario de la nunciatura. Nosotros queremos agradecerle su acompañamiento pastoral a nuestro pueblo en estos momentos difíciles. Momentos en que todos nos llamamos a la calma, a la prudencia, a la paciencia, pero sobre todo a vivir como cristianos el testimonio del sufrimiento de nuestro pueblo”, indicó.
“Nosotros entendemos que se expresen esas emociones y ese sufrimiento y estamos seguros que el señor Nuncio, que el señor secretario de la Nunciatura entienden como se expresan, y precisamente como cristianos que damos testimonio cómo expresamos nuestros sentimientos. En el caso de Diriamba, Jinotepe, después de casi 40 días de cautiverio, porque fue cautiverio el que vivieron las familias, el que vivieron más de 400 transportistas internacionales en ese municipio en el departamento de Carazo, que han venido siendo liberados gracias a Dios. Y queremos agradecer esa misión pastoral del señor Nuncio, una misión de Paz, una misión de cariño, una misión de promoción de la reconciliación y del encuentro entre las familias nicaragüenses. Agradecemos profundamente su mensaje respetuoso que precisamente promueve que vayamos aprendiendo todos juntos a trascender estos momentos difíciles, promoviendo entendimiento”, comentó.
Rosario dijo que debe respetarse el derecho que tenemos todos a pronunciarnos y a dar testimonio cristiano de nuestro sufrimiento, “promoviendo que vayamos transitando estos tiempos de oscuridad”.
“Tenemos como cristianos la misión de establecer luz, la misión de ser espíritus de luz. Tenemos como cristianos la misión de alumbrar, iluminar mejores tiempos para todos, con todos, por el bien de todos”, valoró.
“Esa visita a Diriamba del Nuncio, del secretario, es una visita por supuesto que se reconoce en toda Nicaragua. Por supuesto que su buena intención y su buena voluntad son reconocidas por las familias nicaragüenses y por todos nosotros. Sabemos que tiene toda la buena voluntad y toda la intención de contribuir al reencuentro de las familias en nuestra Nicaragua”, reiteró.
Trascender tiempos difíciles
La Compañera explicó que todavía estamos viviendo tiempos difíciles, sin embargo, dijo que “sabemos también que con el alma nicaragüense y el espíritu cristiano, podemos trascender estos tiempos difíciles y restablecer y restaurar la paz, la luz, iluminar con nuestros corazones llenos de amor, dar testimonio de lo que sufrimos”.
Rosario aseguró que el sufrimiento que ha vivido las familias no se puede borrar.
“No lo pueden enterrar miles o centenares de declaraciones que hagan quienes han promovido el sufrimiento de este pueblo, un pueblo que vivía tranquilo, que vivía en paz, que había enterrado la guerra. Y aquí desataron todos los demonios, desataron todos los demonios, pero el mal nunca vence, eso está demostrado, el mal nunca vence, más un espíritu tan fuerte, indoblegable, indestructible como el espíritu nicaragüense lleno de paz y lleno de bien. En nombre de Jesús el espíritu nicaragüense está en victorias y restaura la paz, el amor, el cariño entre todos, con amor, humildad, amabilidad, paciencia, tolerancia, amor, sin egoísmo o vanidad, con humildad y sabiduría, aprendiendo o reaprendiendo a vivir en armonía, sin arrogancia, en solidaridad, así vivimos, así somos, así queremos seguir viviendo”.
Añadió que “nuestro pueblo que ha sufrido tanto pero que sabe sobreponerse al sufrimiento y erradicar odios o afán personal de venganza, sabe que con mucha fe y esperanza nosotros vamos adelante, restaurando el cariño, el trabajo y la paz que es lo que todos queremos, mejorar la vida y seguir cumpliendo con el mandato cristiano de luchar contra la pobreza. La opción preferencial por los pobres, que es lo que este gobierno cristiano, solidario y socialista ha practicado todos estos años”.
En ese sentido, aseguró que “vamos a seguir trabajando comprometidos con la paz, el cariño, el encuentro, comprometidos con el amor cristiano, comprometidos con la solidaridad, comprometidos con el bien común”.
“Todas las instituciones que fueron golpeadas por el golpismo y el terrorismo están restableciendo sus servicios en cada lugar y las condiciones en que es posible restablecer esos servicios, para continuar brindando lo mejor de nosotros a nuestro pueblo que todo merece”, manifestó.
Que se pronuncien sobre los crímenes de odio cometidos contra las familias sandinistas
La Compañera también hizo un fuerte llamado para que aquellos que se pronuncian todos los días de una u otra forma, “que se pronuncien y que condenen los crímenes contra cantidad de familias y hermanos y hermanas sandinistas”.
Se han cometido secuestros, torturas y crímenes. “De todo eso hay constancia, de todo eso hay documentación. Que condenen los crímenes de odio que se cometieron contra las familias sandinistas en todo el país”.
Explicó que todos esos crímenes deben condenarse, así como condenamos nosotros la muerte de cualquier ser humano. “Porque aquí ni uno más como dicen los que desfilan en distintos países de nuestra América, ni uno más”.
“Nosotros no queremos ni violencia, ni muerte, nosotros no instalamos terrorismo, violencia o muerte en Nicaragua, no instalamos destrucción. Con qué cinismo algunos pueden hablar de destrucción y torturas como que fuera obra de otros y no su propia obra. ¿Con qué cinismo?”, criticó la Compañera.
“Pero bueno, en este país nuestro, de todos, donde debe prevalecer el bien de todos, nosotros como familia nicaragüense estamos dispuestos, comprometidos a trascender estos momentos, estas emociones que están elevadas. Sabemos que cuando el pueblo se expresa en la calle es porque el nivel de emoción que hay, el nivel de sentimiento, de indignación que hay es profundo y que eso es lo difícil porque nosotros habíamos vivido tiempos así, tiempos de emociones profundas y también de exaltación y ahora nos toca volver a trabajar con esas emociones y desterrar cualquier ánimo de venganza personal y trabajar para que las instituciones dedicadas a la justicia hagan su labor, y nosotros dedicarnos a construir paz y entendimiento todos los días, pero seguridad en primer lugar. Sin seguridad no hay paz, y sin seguridad no hay vida. Seguridad paz, todos los días y hacerlo como pueblo cristiano en nombre de Jesús. En nombre de Jesús decretar que vivimos y vamos a seguir viviendo y vamos a recuperar esa Nicaragua segura para todas las familias, segura en paz, con trabajo y vida”, concluyó.